
Escenario de implosión
¿Sufrieron los marineros? Probablemente ni siquiera si entendÃan lo que estaba pasando.
Los expertos han descrito lo que deberÃa suceder durante una implosión:
El casco del Minerva estaba diseñado para soportar altas presiones. Su límite de profundidad era de unos 600 m, pero por seguridad el submarino no debía descender a más de 300 m.
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Cuando se produce el abordaje, el Minerva embarca una masa considerable de agua que lo hace más pesado y rompe el equilibrio que le permitía flotar justo debajo de la superficie del agua. Se hunde por debajo de los 2000 m, es decir, muy por debajo de los 600 m.
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Cuando el submarino alcanza esta profundidad, la presión del agua sobre el casco supera los 60 bares, más de 600 t/m2, y el casco cede bruscamente. La enorme cantidad de energía acumulada se libera de golpe. En pocos milisegundos, el espacio interior del casco del submarino se comprime y se reduce a una fracción de su volumen inicial. La presión supera instantáneamente la presión del agua, una sobrepresión que es al menos diez veces superior a la presión exterior.
La presión atmosférica que se mantenía en el interior del buque aumenta casi instantáneamente a varios cientos de bares.
La compresión de los gases provoca un aumento de la temperatura que puede alcanzar más de 500 grados centígrados. Una enorme onda de choque atraviesa el casco, rompiendo todo, tanto el metal como los hombres, reduciendo todo a un montón de escombros retorcidos y cuerpos destrozados.
Con la misma rapidez con la que la implosión aplastó el casco, la enorme sobrepresión se libera en una explosión igualmente violenta, proyectando los restos del naufragio a través de las brechas creadas por la implosión en el agua circundante. Con una energía equivalente a la detonación de toneladas de TNT, el acero del casco, de varios centímetros de grosor, quedó retorcido y extruido en algunos lugares, y roto como cristal en otros.