El recuerdo que tengo de él es que llegó al pueblo de Cuxac-d'Aude cuando yo estaba en la escuela primaria. Huérfano de madre, tenía un hermano menor que él de dos o tres años, creo. Si no recuerdo mal, su padre se había vuelto a casar con una viuda llamada Levasseur; ella tenía un hijo un año mayor que Marcel. Esta nueva familia se había asentado y vivía en el pueblo.

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Guardo gratos recuerdos de Marcel: un camarada agradable, amable y generoso, siempre de buen humor. Se llevaba bien con todos, y todos en nuestra clase rápidamente lo llamaron Marcel. Por supuesto, como nosotros, se había dedicado al rugby, pero no era luchador ni agresivo a diferencia de otros. Le animaba la discreción propia de quien ya ha sufrido y que ha aprendido a mirar con benevolencia a los demás. Éramos buenos amigos en ese momento antes de comenzar en sexto grado y cada uno se abrió camino en diferentes clases. Se unió a la Marina muy temprano, a los 16 años, creo; nunca nos volvimos a ver.

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En 1968, la tragedia del submarino "Minerve" fue un verdadero susto para nosotros, los jóvenes del pueblo, aunque las angustiosas búsquedas nos dieron esperanza. Era el rostro preciso de un compañero estimado y amado lo que teníamos en mente: nuestros corazones sangraban en silencio, con ese silencio que las profundidades engullen sin llegar nunca al olvido. Se le rindió un homenaje, así como a la tripulación del submarino, en el monumento a los caídos en la guerra del pueblo donde se habían reunido, en el corazón de una gran multitud conmovida y conmocionada, los jóvenes de su edad y los de la de primaria Como otros compañeros del pueblo, nunca me puse en contacto con su familia. ¿Por respeto al dolor, por miedo a la torpeza, por miedo a desmoronarse frente a su familia? A los 18, ¡todavía era muy tímido!

Nunca dudé de la valentía de Marcel COUSTAL ni de su coraje, como nunca dudé de la valentía de toda la tripulación. Aún hoy conservo el recuerdo de Marcel como el de un compañero de gran corazón, apaciguado y tranquilizador.

En ese momento, mi motivación para incorporarme a los ejércitos y, prioritariamente, a la marina fue fuertemente puesta a prueba, pero salió reforzada por la imagen de esta grandeza de alma, por el coraje y el sentido del sacrificio mostrado por esta tripulación. valores eternos que dan sentido a la vida, que sustentan nuestro compromiso de servir a nuestro país.

En septiembre de 1968 entré en la Escuela Naval de Brest...

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Coronel (h) Gilbert SARAIL

Oficial de la Legión de Honor

Cruz de valor militar

(citación a la orden del ala aérea)